Y entonces 
lo miras. Y lo 
vuelves a mirar. Lo miras 
hasta cansarte. Y llega un momento que lo ves 
de otro modo. Primero lo ves
 especial, increíble, distinto a los demás. Luego empiezas a pensar que
 no es real. Que no existe nadie así. Que te estas volviendo 
loca.
Aunque en realidad, solo hay que darse cuenta de que 
si que existe, de que es 
él.
 
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